¿Por qué es importante?

Al enterarse de una práctica espiritual en una tierra lejana y examinando los relatos acerca de chinos que son torturados en campos de trabajo forzado, algunos lectores pueden verse tentados a preguntarse: "¿Qué impacto tiene esto en mi vida o en el resto del mundo?"

Aquí hay algunas respuestas:

Los valores universales de  Verdad, Benevolencia y Tolerancia están siendo atacados y nos afecta a todos.

En el centro del sistema de creencias de Falun Dafa está el entendimiento de que la naturaleza del universo es fundamentalmente buena, personificada por los valores de Verdad, Benevolencia y Tolerancia. Al asimilar estos valores en sus pensamientos y acciones, los practicantes de Falun Dafa aspiran a alcanzar un nivel más alto de bondad y sabiduría espiritual. El objetivo final de la persecución en contra de Falun Dafa por parte del Partido Comunista Chino (PCCh) no es simplemente erradicar un grupo religioso o eliminar una potencial amenaza política. Su objetivo es destruir estas virtudes subyacentes a las que aspiran los practicantes de Falun Dafa. Por esta razón, gran parte de la tortura que sufren los practicantes se centra en obligarles a renunciar a Falun Dafa y a sus creencias fundamentales. Un proceso al que el PCCh se refiere como “transformación”.

La historia de Falun Dafa es, por lo tanto, en su esencia, una batalla epocal entre la bondad inherente a la humanidad -que muchos en el Este llaman la naturaleza de Buda- y la tiranía empeñada en erradicarla. En esta batalla, todos tenemos un interés (practicante de Falun Dafa o no) y una decisión que tomar: ¿estamos con aquellos que luchan por preservar la bondad, o ayudamos a aquellos que buscan destruirla, ya sea a través de un apoyo directo o de nuestro propio silencio?

https://www.youtube.com/watch?v=b76t1SA_IOI
¡Cómo se perciben los 20 años de brutal persecución en contra de Falun Dafa alrededor del mundo.

Practicado en más de 90 países, Falun Dafa está ayudando a la gente de todo el mundo a mejorar su salud, a volverse hacia la bondad y la integridad.

Cualquiera que sea nuestra profesión o área de interés, todos tenemos dolores, algunos tienen problemas de salud más serios o crónicos. También tenemos momentos en los que nos enojamos, odiamos o nos sentimos tentados a aprovecharnos de los demás. Falun Dafa -con su combinación holística de ejercicios de “qigong” y enseñanzas espirituales que enfatizan los valores de Verdad, Benevolencia y Tolerancia- ha demostrado ser notablemente efectivo para mejorar, a veces milagrosamente, la salud, el estado mental y la conducta de aquellos que lo practican. Múltiples estudios y encuestas médicas han afirmado esto.

Decenas de millones de familias chinas siguen enfrentándose a la impunidad y brutalidad.

En 1999, cuando Jiang Zemin inició la persecución hacia esta práctica espiritual, había cien millones de personas que practicaban Falun Dafa (1 de cada 12 personas). Desde entonces sus vidas y las de sus familias han sido arruinadas, ya que el PCCh puso en marcha todo su aparato estatal de tácticas represivas y torturas para cumplir las órdenes de Jiang Zemin: una campaña de propaganda masiva para demonizar a Falun Dafa; nuevos campos de trabajo forzado y centros de detención improvisados construidos para contener la enorme afluencia de detenidos; una fuerza policial extralegal establecida para implementar el plan; y un sistema de censura en Internet diseñado para evitar que la gente sepa la verdad sobre lo que está pasando. Mientras tanto, millones de personas trabajadoras, honestas de todas las profesiones y edades han sido despedidas de sus trabajos, y muchos han sido enviados a campos de trabajo forzado para “reeducación”.

Hoy en día, la policía secreta continúa secuestrando personas de sus casas para enviarlas a ser “reeducadas” simplemente porque practican Falun Dafa, aunque sea en la privacidad de sus propias casas. Como resultado, los practicantes de Falun Dafa siguen siendo el grupo más grande de presos de conciencia en China y semanalmente se informa de nuevos casos de muerte por abuso en custodia policial.

La persecución ha generado una crisis moral y de gobierno en la sociedad china.

Las repercusiones de la decisión de Jiang de eliminar a Falun Dafa han afectado no sólo a los practicantes y sus familias, sino a toda la sociedad china. Los funcionarios que participan activamente en la tortura y el asesinato de los creyentes de Falun Dafa son promovidos. A los miembros del público se les ha ofrecido recompensas en efectivo por entregar a sus vecinos. Aquellos que se niegan a colaborar o a oponerse a la campaña arriesgan a ser despedidos, secuestrados, encarcelados y a veces asesinados. El estado de derecho y la libertad de creencia se han visto inexorablemente dañados. La persecución ha estimulado así una fuga de cerebros locales, una crisis moral y un abuso de proporciones asombrosas a los derechos humanos básicos.

Los productos de la corrupción y el trabajo forzado en China se han extendido por todo el mundo.

En el mundo interconectado de hoy en día, tales eventos en cualquier país tienen reverberaciones globales, mucho más si se trata de la segunda economía más grande. Los palillos que compramos en Manhattan pueden haber sido envueltos por practicantes de Falun Dafa en campos de trabajo forzado en Beijing. Los juguetes con los que nuestros niños juegan pueden ser peligrosos debido a la degradación moral en China. Los miembros de las delegaciones chinas con las que nos reunimos, ya sean del sector empresarial, académico o político, probablemente se han visto afectados por la persecución, como perpetradores, víctimas o espectadores silenciosos.

El Partido Comunista está tratando de expandir su persecución más allá de China.

Cada vez más, la campaña del Partido Comunista está afectando más directamente las vidas de aquellos que están fuera de China. Los funcionarios chinos han instigado repetidamente al acoso y los ataques a los practicantes en otros países, desde Israel a Vietnam, Rusia o los Estados Unidos. Bajo tales circunstancias, a cada uno de nosotros se nos puede pedir un día que escojamos entre defender los derechos de un practicante de Falun Dafa o infringirlos. Con más razón, debemos asegurarnos de saber qué es Falun Dafa.

En su respuesta a la persecución, los practicantes de Falun Dafa han surgido como una poderosa fuerza para la libertad y justicia en China y en todo el mundo.

En lugar de ceder a la supresión del PCCh (Partido Comunista Chino), los practicantes de Falun Dafa en China y en otros lugares han persistido en sus creencias. Además, han trabajado incansable y creativamente para detener la persecución. Dentro de China se hacen folletos caseros, se queman DVD y se cuelgan pancartas en un esfuerzo por ayudar a los chinos a ver a través de las mentiras del Partido Comunista y evitar perpetrar actos que lamentarán en el futuro. Estos materiales son difundidos por miles incluso en pequeñas y remotas aldeas. Fuera de China, los practicantes de Falun Dafa han producido documentales de televisión, diseñado software de Internet para contrarrestar la censura, realizado llamadas a campos de trabajo, presentado demandas contra los principales perpetradores, e incluso han pedaleado por todo el país. También han establecido equipos de danza del dragón, grupos de tambores tradicionales y una serie de otras iniciativas para introducir la auténtica cultura china en las comunidades de todo el mundo.

Las acciones de los practicantes de Falun Dafa están inspirando a más chinos a tomar una posición por la libertad y la justicia.

A medida que empiezan a ver a través de las mentiras del Partido Comunista Chino, algunos chinos han respondido con gestos silenciosos de apoyo o solidaridad. Un policía advirtió a su vecino, practicante de Falun Dafa, que se avecina una represión. Un guardia de la prisión hizo la vista gorda mientras un practicante meditaba. Un oficial renuncia a su lealtad al partido con un alias, como parte de un movimiento de millones de personas para denunciar la violencia. Mientras tanto, un número creciente de personas en toda China están desafiando directamente el peligro de ser detenidos (o peor) y tomando una posición pública para oponerse a la persecución. Los abogados defienden abiertamente a los clientes de Falun Dafa en la corte, cuestionando la legitimidad de la campaña. Los ciudadanos promedio están firmando sus nombres reales en peticiones que piden al gobierno que libere a un vecino, amigo o colega practicante de Falun Dafa. Aunque la persecución persiste, con cada uno de esos actos de desafío, la capacidad del PCCh para continuar su supresión se debilita.

Las voces internacionales, incluyendo la suya, pueden salvar vidas.

El pueblo chino no es el único cuya franqueza contra la persecución importa. Una y otra vez, la experiencia ha demostrado que la atención internacional y la condena pública de los abusos del PCCh contra los practicantes de Falun Dafa y otras personas inocentes en China pueden marcar la diferencia. Firmar una petición, escribir una carta, compartir un enlace en Facebook, incluso simplemente ofrecer una oración solemne, puede ayudarnos a dar un paso más para vivir en un mundo en el que China no esté salpicada de campos de trabajo llenos de prisioneros de conciencia de Falun Dafa sino que, como a principios de los años 90, abunde en escenas de miles de personas meditando serenamente en el parque.

Aprende cómo puede ayudar…